En cronología, una ‘era’ se define como el cómputo de los años a partir de un acontecimiento importante para una civilización, o refiere a un periodo histórico marcado por un personaje o hecho trascendental. Hoy hay consenso de que estamos ante el fin de una ‘era’ de la humanidad y el inicio de una nueva (que sin duda alguna será mejor, aunque la transición para que pueda iniciarse resulte tan dolorosa).
La pandemia del nuevo coronavirus llegó a cambiar nuestras vidas para siempre. De un momento a otro, sin que nadie (a parte de Bill Gates, y algún otro par de visionarios) pensara que algo así pudiera llegar a tener lugar.
Personalmente no gasto mucho tiempo pensando en la génesis del virus y las múltiples teorías conspirativas (que ni respaldo ni descarto) existentes, lo que sí creo seguro, es que esta pandemia resulta como consecuencia de las acciones de nuestra especie humana y sus excesos en múltiples direcciones y dimensiones.
Los aprendizajes de la experiencia que vivimos hoy trascienden desde lo individual hasta lo colectivo, con igual importancia. Ojalá que los cambios de largo plazo vengan en la dirección del mayor bienestar general, de la vida digna para los más pobres, de las oportunidades de educación para todos, de la productividad sostenible, del capitalismo consciente, del pensamiento colectivo y de la economía solidaria.
A más tardar en dos décadas la generación ‘Millennial’ asumirá las posiciones más importantes del poder político y económico en el mundo entero, para ese momento las formas de vida basadas en el individualismo, el egoísmo, la superficialidad, el consumo desenfrenado y el capitalismo caníbal quedarán atrás. La concentración excesiva de riqueza no será bien vista, predominará lo humano, el cuidado del planeta, del medio ambiente y de los recursos naturales. La elevación de los niveles de conciencia de la especie humana nos permitirá construir una sociedad mucho más coherente entre lo que piensa, dice y hace. Predominará en el mundo LA SOLIDARIDAD (no cómo acto de beneficencia sino como cimiento base de la sociedad).
La transición hacia la ‘Nueva Era’ será prolongada, dolorosa, traumática y cruel. Estamos llamados a llenarnos de coraje, de amor, de resignación y de fe para resistir con entereza las dificultades de la crisis. Debemos todos hacer nuestro mejor esfuerzo para transformarnos desde adentro, entendiendo que sólo así será posible nuestro nuevo comienzo.
Para cerrar, palabras con sentido de la cantautora argentina Mercedes Sosa:
“Cambia lo superficial, cambia también lo profundo, cambia el modo de pensar, cambia todo en este mundo…, cambia el rumbo el caminante, aunque esto le cause daño, y así como todo cambia, que yo cambie no es extraño…cambia el pelaje la fiera, cambia el cabello el anciano, y así como todo cambia, que yo cambie no es extraño… pero no cambia mi amor, por mas lejos que me encuentre, ni el recuerdo ni el dolor, de mi tierra y de mi gente… y lo que cambió ayer, tendrá que cambiar mañana, así como cambio yo en esta tierra lejana.”
Nota: Publicado en La República el lunes 15 de abril de 2020.